¿Qué ver en Teherán?
Aproximarse a la cultura iraní es antes que nada visitar Teherán. La capital presenta un abanico de realidades. Al norte de la ciudad, elevado en la montaña, están los estratos más altos, donde las costumbres son más modernas.
Los trabajos son en su mayoría profesionales. Los jóvenes salen a discotecas y las mujeres se cubren apenas la cabeza, dejando la mayor parte del cabello al descubierto. Es su muestra de rebeldía.
Y aunque la comida tradicional y la concurrencia en mezquitas no faltan, hay residencias y mansiones al estilo occidental, bulevares que recuerdan a las ciudades norteamericanas, tiendas de moda, locales de estética y restaurantes internacionales.
Las faldas de las montañas ofrecen un respiro al calor del verano y a la contaminación del aire.
Bajando sus pendientes, rumbo sur, la vida se arraiga cada vez más a las costumbres ancestrales. La arquitectura, salvo la que emprende el Estado, no se modifica. La religión musulmana se siente mucho más. El velo no deja mechones libres. Los puestos callejeros abundan tanto como el té y el café.
Los trabajos giran en torno al comercio, la artesanía y los puestos peor remunerados. El bazar es el gran mercado. Allí confluye la población. Los olores de las especias se mezclan con los de la sopa y las verduras frescas. Alguna oración islámica se filtra en el aire.
Conocer Teherán es bucear en el pulmón de Irán, acceder a su parte más liberal y su parte más conservadora.
Lugares para visitar en Teherán
Aún en los calurosos meses de verano, las cimas de las montañas de Alborz tienen nieve. Son el telón de fondo de cualquier paseo por la capital. Veamos dónde ir.Museo Arqueológico
El más antiguo e importante del país. Cuenta con alrededor de 300 mil obras que están expuestas al público en orden cronológico, desde la Prehistoria hasta la actualidad. Se divide en Museo Preislámico y Museo Islámico.
Museo Preislámico
El edificio es de mediados de la década del 30 (siglo XX). En el sector dedicado a la Prehistoria hay piezas procedentes de las excavaciones de Persépolis, Susa, Shae Ray y Turang Tepe: cerámicas, tallas, figuras de piedra…, que se remontan al siglo V a.C.
También encuentras una réplica del famoso código de Hammurabi (el original está en el Museo del Louvre), descubierto en Susa, en el que se recogen las leyes más importantes de los acadios.
¿Que no conoces el Imperio acadio?
Fue un gran reino de Mesopotamia, que alcanzó su máximo esplendor… ¡en el siglo XXII a.C.!
El recorrido continúa por los restos del periodo aqueménida, y prosigue hasta poco antes de la invasión árabe. Ves bronces, cerámicas, armas…
Museo Islámico
Está situado a 20 metros del preislámico. El edificio se construyó hace pocos años. Coranes y más coranes. Descubre la colección antiquísima que alberga. Los ejemplares más antiguos corresponden al siglo IX, y la planta en la que se alojan recrea una mezquita.
También se hallan instrumentos utilizados por astrónomos, monedas y cerámicas, entre otras reliquias del pasado.
Museo del Sa’d Abad
Conjunto de palacios formado por las antiguas residencias del sha (soberano de Persia). Los principales lugares a visitar, convertidos en museo, son el Museo Nacional de Irán y el Museo Palacio Verde.
Museo Nacional de Irán
Queda donde una vez estuvieron los aposentos del último sha de Irán. Se exhiben majestuosas alfombras, porcelanas y cristalería; las camas del sha y de su esposa Farah Dibah; muebles lujosos provenientes de Francia y espadas.
Museo Palacio Verde
Fue la residencia del padre del sha. Puedes entrar al dormitorio, el despacho, el salón de recepciones y el salón de los espejos, entre otras dependencias. Todo está decorado con objetos lujosos.
Museo del Vidrio y la Cerámica
Uno de los lugares más interesantes de Teherán. Ocupa lo que fue la casa de un antiguo ministro. Ejerció su cargo en la segunda mitad del siglo XIX.
Se exhiben todo tipo de recipientes de cristal y cerámicas persas de todas las épocas. Son especialmente llamativos los frascos para perfumes y las botellas para almacenar lágrimas, junto a algunos objetos que tienen más de 3 mil años.
Museo Nacional de Joyas
Está ubicado en los sótanos del Banco Central, en el interior de una caja fuerte. Guarda el mayor tesoro de joyas del mundo. Entre ellas, el diamante rosa más grande, el Darya-i-Nur, de 182 quilates.
Sólo abre los domingos, lunes y martes. Los controles, como es de esperar, son muy rigurosos.
Museo Reza Abbasi
Es un edificio céntrico de cuatro pisos. Su elegancia está en las piezas de joyería y en la delicadeza de las miniaturas, las caligrafías y las pinturas islámicas.
Museo de Alfombras
Atesora una colección magnífica de alfombras persas. Auténticas obras de arte que ayudan a interiorizarse en esta tradición milenaria.
Nada mejor, antes de dar un paseo por el desierto, que intelectualizar el origen de esta práctica y los distintos tipos de hilado. Es mucho más que un elemento decorativo. Los iraníes, en vez de sentarse alrededor de una mesa, tapizan el suelo de alfombras y allí se sientan a comer.
Mezquita del Imán Jomeini
Uno de los principales sitios turísticos de Teherán. Jomeini propició la Revolución Islámica en 1979. Derrocó a la dinastía Pahlevi, que estaba en el poder desde 1941.
La construcción data de principios del siglo XIX. Está revestida de azulejos azules y amarillos. Consta de cuatro iwans (inmensos porches abovedados), colocados en torno a un patio central con una fuente en el medio.
Gran Bazar
Se construyó a finales del siglo XIX. Todavía mantiene su distribución gremial original, si bien ya no hay tantas tiendas como antes, cuando todo estaba más transitado y abarrotado.
Se extiende a lo largo de 10 kilómetros de pasajes y patios. Atraviesas no sólo tiendas, también casas de baños, casas de té, escuelas y mezquitas.
Hay muchas cosas para hacer en Teherán. Dedícale 1 o 2 días antes de sumergirte de lleno en tu viaje por Irán .